DE PRINCIPIO...

sábado, 8 de octubre de 2011

Matices.

Me diste aquellos marrones, naranjas, ocres, rojizos y te pinté estos campos de castilla, que aparecen al otro lado de la ventanilla del coche, en el que viajo hacia aquellos azules y verdes, líquidos, de los que me hablarás esta noche, para poder pintar un mar infinito en tonos e imaginación. Y así ser capaces de navegar en un velero blanco de sueños imposibles cuando estemos, esta noche, desnudos sobre tu cama.

MAFY

Esta tarde de otoño...


Esta tarde de otoño, como tantas otras, he caminado hasta aquel murete en el que mi madre me había contado tantas historias, reales o inventadas, cargadas de imaginación, color, niñez. Mi madre nunca había crecido, o a mí me gustaba creerlo así. Ella me hacía sentir como una reina navegando en mi propio rio lleno de misterio. Durante todas aquellas tardes habíamos creado mundos y nos habíamos apoderado del tiempo modificándolo a placer. Hasta que un día, sin yo comprenderlo muy bien, me dijo que tenía que ser mayor. Grité, no podía soportarlo, grité entre tanto color apagado, entre tanta muerte a color. Algún día lo entenderás termino diciéndome.

Aun hoy no lo he comprendido.


MAFY.

Vacaciones.

Llegar a casa, el mundo sigue.

Igual.

Monótono.

Donde lo habíamos dejado.

Listo para retomarlo,

para sentirlo,

para vivirlo.


MAFY.