Dejé mi rastro en aquel camino como en tantos otros, aquel que me había conducido a los pies de ese árbol en el que mi madre me había contado tantas historias, reales o inventadas. Fantasía, imaginación, color, Niñez; me sentía como un rey navegando en mi propio rio lleno de misterio. Y entonces, cuando todo era perfecto mi papá me dijo que tenía que ser mayor. Grito, no puedo soportarlo, grito entre tanto color apagado, entre tanta muerte a color.
MAFY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario